Bienestar animal: ¿Por qué implementar su práctica en el campo?

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El bienestar animal adquiere día a día más relevancia a nivel mundial. Los países importadores implementan normativas legales cada vez más exigentes en cuanto a los parámetros con que se deben manejar los animales durante todo el proceso de producción, para permitir el ingreso de la carne a sus mercados de alto poder adquisitivo.

Hoy en el campo se produce un alimento, por lo que la definición de bienestar animal en términos de "el estado de salud mental y físico de los animales en armonía con su medio ambiente" va mucho más allá. Involucra a todas las prácticas del proceso productivo, criadores, engorderos, consignatarios, transportistas, frigoríficos, comercialización interna y externa.
Se impone el concepto de cadena agroalimentaria. Esta involucra a todos los actores de la misma y en este sentido debemos ser consientes que en cada uno de sus eslabones hay un protagonista que debe asumir una responsabilidad.
Poner en práctica los conceptos básicos de bienestar animal no implica obedecer a normativas para arancelarias impuestas por los países compradores. Implica adoptar parámetros de calidad, que deberán transformarse en ventajas competitivas.
El avance del proceso de agriculturización nos ha llevado ya a alcanzar casi las cien millones de toneladas en la producción anual de granos, impulsando una transformación en la ganadería. La consecuencia directa es su intensificación, buscando satisfacer las exigencias del mercado, por lo que atender debidamente al bienestar animal va a significar un ostensible mejoramiento de la calidad del alimento que estamos produciendo.

¿Que es bienestar animal?
Es un estado en el cual el animal, como individuo, está capacitado para intentar enfrentarse y adaptarse al medio ambiente donde vive, en donde nosotros como especie racional, debemos velar para que las siguientes "necesidades" sean tenidas en cuenta y respetadas:
-Que no sufran hambre o sed.
-Que no sufran incomodidad
-Que no sufran lesiones o enfermedades
-Que no sufran miedo y dolor
-Que puedan ajustarse a su comportamiento normal y esencial, cohabitando con animales de su misma especie.

Como se implementa el bienestar animal

Aplicando la etología
Que es la disciplina que estudia el comportamiento y las costumbres de los animales

Los costos de implementar la etología
La etología tiene costo cero – solo requiere usar la cabeza. Se basa en dejar que los animales vayan por su propio impulso a donde nosotros queremos que vayan. Se transforma en una ventaja competitiva que permite aumentar la eficiencia a bajo costo.

Como se comienza
Antes que nada, hay que estar convencidos de la necesidad de su aplicación, ya que nos va a permitir mejorar los resultados de la empresa con:
– Menos animales lesionados
– No deberían producirse muertes de animales por malos tratos
– Reducción de los índices de accidentes laborales
En segundo término, es necesario comenzar por erradicar los malos hábitos, practicados por el personal y tolerados por la administración, así lograremos animales más dóciles, con menos estrés y por ende más fáciles de manejar.

Los hábitos arraigados en el campo que son necesarios erradicar
Partamos de una premisa básica:
-Los hábitos arraigados no son fáciles de cambiar.
-Requieren un esfuerzo consciente desde la dirección empresaria.
Cuando se les piden CAMBIOS muy rápidos a las personas que desde siempre, durante años y años, nunca tuvieron que modificar sus hábitos de trabajo, se produce en ellas una fuerte resistencia a esos CAMBIOS.

Hábitos en el maltrato animal
Los animales representan el capital del ganadero. Convengamos que los malos hábitos son practicados por el personal y tolerados por los responsables de la dirección de la empresa. Se los maltrata porque los animales son brutos (son BRUTOS los que maltratan a los animales) y las consecuencias de ese MAL TRATO, por lo general no se ven, las cubre el cuero.
Veamos algunos ejemplos:
-Maltrato sanitario
-Ataque Físico
-Acoso con perros
-Paleteadas
-Azotes / Palos
-Picaneada
-Gritos / Silbidos
-Mala actitud del personal

Maltrato sanitario
El aspecto sanitario adquiere una vital relevancia, ya que estamos tratando con seres vivos, por lo cual es menester cumplir con las premisas antes enunciadas.
Los procesos relacionados con la sanidad deben ser realizados con responsabilidad, por personal competente, debidamente capacitado y supervisados por un profesional de las ciencias veterinarias.
A modo de ejemplo y sin duda alguna, el momento del parto es trascendental para la futura vida reproductiva de una vaca. La premisa es obtener un ternero por vaca y por año. Si tratamos de esta manera a nuestros animales (nuestro capital) no solamente estamos atentando contra su bienestar, sino también contra nuestro bolsillo.

La jeringa
Instrumento infaltable en cualquier explotación pecuaria. Se la utiliza para inyectar zooterápicos de la más diversa índole y casi nunca, por no decir nunca, se le presta la debida atención.
En primer lugar, su correcta limpieza e higiene. Lavarla como corresponde y hervirla después de cada uso. Lubricarla con productos adecuados para ese fin. Preocuparse para que se le haga el debido mantenimiento. Recambio periódico de émbolos y arandelas. Control de gatillos y dispositivo dosificador. Muchas veces, por su mal funcionamiento, estamos sobre o subdosificando; adjudicándole culpas que no tienen a los laboratorios, cuando por esta causa la respuesta de los medicamentos no es la esperada.
Esto nos lleva a ser poco o nada eficientes en cuanto a la calidad del trabajo sanitario. Estamos cometiendo errores, los cuales nos perjudican económicamente. Los productos veterinarios tienen un costo y si no los usamos y aplicamos como corresponde, transformamos una inversión en un gasto, ya que estamos malogrando su eficacia.

Las agujas
Debe ser uno de los elementos de más bajo costo y sin embargo es al que menos importancia se le presta. Consta de un cono para acoplarla a la jeringa y un bisel afilado, que permite introducirla en los tejidos del animal para inyectar o inocular los zooterápicos. Ahora bien, esta aguja tiene una vida útil limitada, ya que la misma se deteriora, ya sea por que se dobla el cuerpo, la punta o se desafila.
A las agujas, al igual que las jeringas, después de cada uso, hay que limpiarlas y hervirlas, ya que por falta de higiene son una de las causas de la producción de abscesos.
Cuando por cualquier causa, la punta de la aguja se dobla, lo común y cotidiano de ver en las mangas, es que el personal proceda a enderezarla, apoyando el extremo contra un poste o tabla de la manga y siga después realizando tranquilamente su trabajo. Esta aguja así "reciclada", es un elemento traumático para los tejidos, ya que ese extremo se convierte en una especie de anzuelo, que al retirar la aguja, luego de la inyección, se transforma en un elemento lacerante que mortifica a los tegumentos y abre la puerta a infecciones y abscesos.
El extremo biselado de la aguja se desafila con el uso, por lo que si no se la reemplaza periódicamente, cuando se la clava, la misma actúa como un sacabocados, introduciendo un pequeño taco de piel en los tejidos, con la consecuente producción de abscesos. Para concluir, contar con una cantidad adecuada de agujas no implica un gasto.

Punto de inoculación
Ya hablamos de los problemas que acarrea el inadecuado uso del instrumental. Ahora veamos donde aplicamos las inyecciones, ya que este tema tiene de por si una espacial relevancia. Cuando colocamos un zooterápico en el organismo de los animales, utilizamos mayormente como vía de entrada al tejido subcutáneo o muscular.
Lo que introducimos se comporta como un cuerpo extraño, produciendo un proceso inflamatorio que modifica la estructura de los tejidos. Por lo que debemos buscar siempre aquellos lugares en donde se encuentren los músculos de menor valor comercial, como la tabla del cuello, para que ese efecto no deseado no altere la calidad de los músculos de mayor calidad y valor.
Recordemos, como dijimos antes, que si usamos instrumental en malas condiciones, somos nosotros mismos los responsables de la ocurrencia de noxas, que en definitiva van a atentar contra nuestro objetivo: producir un alimento de alta calidad.

Ataque físico: Uso de la picana
La picana NO DEBE usarse. Debe mantenerse guardada en un lugar seguro y a buen recaudo, fuera del alcance del personal. Solo puede ser utilizada en contadas ocasiones, para después volver a guardarla. Aplicándola solamente a la altura de los garrones.
Su uso indiscriminado induce a conductas, producto del dolor y del miedo, que radican en animales intranquilos y difíciles de manejar. Más aún si su hábito se implementa desde edad temprana.
Las lesiones que produce a nivel muscular en animales terminados, listos para la faena, provoca decomisos, debido a las hemorragias y la inaptitud de la carne para su posterior procesamiento.
Vemos a diario que se aplica picana en aquellos lugares que guardan los cortes de mayor calidad y mejor valor, como lomos y cuartos traseros; por lo que es inconcebible e inaceptable que se tolere su utilización en los establecimientos, transporte y locales de remate feria, especialmente en aquella hacienda que va a faena.

El uso de los perros
Se recomienda la presencia de los perros en las instalaciones, sólo si están entrenados.
El perro es una amenaza para el animal, los atemoriza y les provoca estrés, complicando el trabajo.

Desterrar la yerra
La yerra y todo lo folklórico que ello conlleva, debe ser desterrado como práctica en los establecimientos.
Las pialadas, corridas y paleteadas, gritos y maltrato de toda índole, deben dejarse de lado. Trabajar en silencio, utilizando la tecnología disponible, como las mangas portátiles para terneros, que no producen estrés ni dolor durante las prácticas usuales en la manga. Los animales bien tratados se acostumbran a los tratamientos rutinarios.
Recordemos que las experiencias traumáticas provocan un recuerdo duradero de hasta 3 años y que por cada 20 a 30 minutos de trabajo estresante, se produce un 0,5 % de desbaste en los animales; además de producir carne de baja calidad.

Mantenimiento de las instalaciones
Este es un punto de vital importancia ya que en la manga es donde se producen la mayoría de los accidentes de trabajo. Es imprescindible generar un ámbito laboral adecuado, por lo el mantenimiento de las instalaciones debe ser una tarea rutinaria.
Cuidar que no haya salientes punzantes, tablas rotas, alambres o tornillos que puedan producir lesiones, no solo al personal sino también a los animales, debe ser una de las actividades que no deben dejarse de lado.
No olvidarse de la limpieza de los pisos y cuidar que el agua de los corrales se escurra, para evitar la formación de barro.

Manejo en los corrales – Consejos útiles
-Es vital estar convencidos de las prácticas NO VIOLENTAS!!
-Poner todo el empeño para erradicar los malos hábitos.
-En los establecimientos de cría debería implementarse como norma entrenar a los terneros, para que se acostumbren a las instalaciones. Para lo cual se aconseja hacerlos caminar en calma por los corrales. Hacerlos pasar por la manga con suavidad. Enseñarles a seguir a un jinete, si se trata de razas índicas. Mezclar animales mansos para facilitar el aprendizaje; ya que el patrón de comportamiento aprendido a edad temprana es duradero.
-Tener presente que los animales agitados y estresados tienden a NO entrar a los corrales y mangas.
-Trabajar sin apuro – se termina más rápido – y en silencio.
-Trabajar desde afuera, de a pie, presionándolos desde lejos y desde los costados.
-Circular en calma los animales por las instalaciones antes de trabajarlos.
-Prescindir del personal agresivo o miedoso.
-NO usar perros.
-NO agredir a los animales, ni presionarlos físicamente, porque ante las agresiones los animales se ponen a la defensiva y se hacinan.
-NO apretar o aglomerar a los animales.
-NO ES FACIL!!!
-LLEVA TIEMPO!!!
-El CAMBIO debe ser perdurable en el tiempo.

El transporte
El productor debe controlar como van a viajar sus animales, para no perder el trabajo y el esfuerzo realizado hasta ese momento, porque algunos pueden llegar golpeados o muertos a destino. Para lo cual debería asegurarse que el conductor conozca los conceptos de transporte en condiciones de bienestar animal y que el estado del camión y de la jaula estén en condiciones de prestar el servicio por el que se paga.
Es conveniente preparar los animales antes del embarque de acuerdo a las horas de duración del viaje y a las condiciones climáticas, con un descanso previo mínimo de 12 hasta un máximo de 72 horas, con provisión de agua permanente, debiéndose suspender la alimentación 6 antes de subir al camión.
En el camión, se debe esperar a que los animales se acomoden solos y dejarles media hora de descanso; asegurándose que la jaula tenga divisiones y una densidad de carga adecuada para el número y categoría de animales a transportar. Controlar que en la puerta se hayan colocado los dos rodillos, uno de cada lado, para evitar los traumatismos que se puedan producir en los flancos de los animales.
Sería conveniente que el productor convenga con el camionero la ruta a seguir y las paradas que tenga previsto realizar. Hoy, con la tecnología en comunicaciones disponible, es una obligación que el transportista esté comunicado con el productor, para avisarle ante un problema imprevisto y poder solucionarlo lo antes posible, para evitar el desgaste y sufrimiento innecesario de los animales transportados.

Conclusiones
Estas son premisas básicas que debemos conocer y estar dispuestos a adoptar, para poder implementar los principios de bienestar animal.
Para esto, es indispensable capacitarnos, concientizarnos y asumir las responsabilidades que nos correspondan dentro de la cadena agroalimentaria de la carne.
EL ESFUERZO BIEN VALE LA PENA – NUESTROS ANIMALES Y EL MERCADO NOS LO AGRADECERAN

Fuente: Agromeat. Consultado el 31-8-10.

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